El dios Cronos
El dios Cronos era el Rey de los Titanes y el dios del tiempo, en particular se lo veía como una fuerza destructiva y devoradora. Gobernó el cosmos durante la edad de oro después de castrar y deponer a su padre Uranos
Lo primero que se le ocurrió a al dios Cronos para consolidar su reinado y fortalecerlo fue casarse y tener hijos. Por eso decidió unirse con Rea, una de sus hermanas, y formar una familia.
La profecía contra el dios Cronos
Sin embargo, la diosa Gea, su madre, le contó que sobre su vida pesaba una profecía, qué decía que uno de sus hijos le quitaría el trono de la misma manera como él se lo había arrebatado a su padre.
El dios Cronos se asustó con sobremanera al enterarse del sino trágico qué determinaba su destino y entonces resolvió que a medida que sus hijos fueran naciendo se los comerían, para evitar Así que se cumpliera la profecía.
Efectivamente, una vez que Rea traía al mundo un hijo de Cronos, él se lo comía. Rea sufría mucho por esto, su corazón desfallecida cada vez que su esposo devoraba a los pequeños. Así, el dios Cronos, de manera inmisericorde, se comió los primeros 5 hijos que Rea dio a luz. Ellos fueron Deméter, Hades, Hera, Sitia y Poseidon, llamado también el ennosigeo.
Engañando al dios Cronos
El tiempo pasó y Rea volvió a quedar embarazada, pero esta vez decidió que debía ingeniarse algo para salvar a su hijo. Al principio no supo que hacer, por eso le pidió ayuda a su madre Gea, y ella le recomendó que escondiera al bebé apenas naciera para qué el dios Cronos no pudiera hacerle daño.
Rea siguió sus consejos, cuando dio a luz le entregó el bebé a su madre. Gea espero a que fuera de noche y, oculta en su espesor, viajo a Creta, una isla del Mediterráneo, y lo escondió en una Gruta del monte Egeo. Allí dejó al niño al cuidado de los Curetes, una raza de guerreros que habitaban en la isla, célebres por su habilidad para fabricar armas de bronce.Mientras tanto, Rea tomó una piedra, la envolvió en pañales y se la entregó al dios Cronos simulando un bebé. El dios Cronos no se dio cuenta del engaño y se comió la piedra.
Creyendo una vez más que había logrado preservar su reino. Fue así como el pequeño, a que llamaría Zeus, pudo salvarse.
La crianza del Dios supremo
Cómo Rea no podía ir a la isla a menudo para alimentar al pequeño, los Curetes permitieron que una cabra llamada Amaltea lo amamantara. Muchos años después, cuando Amaltea murió, de su piel se hizo el famoso escudo que siempre protegería la vida de Zeus: La Égida; y uno de sus cuernos se transformaría en el cuerno de la abundancia: La cornucopia. Este cuerno mágico tenía el poder de llenarse de lo que su dueño deseara desde alimentos, licores, incluso riquesas.
Entre tanto, el niño iba creciendo gracias a los cuidados de los Curetes. Estos para evitar que el dios Cronos se diera cuenta de que el bebé estaba allí, cada vez que lloraba aparentaban estar danzando frente a la cueva, y en medio del baile chocaban sus armas de bronce con fuerza para el que el ruido ahogara el llanto. Gracias a esta treta, el dios Cronos nunca supo que allí se encontraba un niño.
Los Curetes no fueron los únicos que ayudaron a criar a Zeus; mientras estuvo en Creta su maestra y compañera fue Metis, hija de Océano y Tetis, dos de Los Titanes hijos de Urano. Metis, la diosa de la sabiduría, enseñó a Zeus desde pequeño a ser sabio. Precisamente por esto pudo llegar a ser el dios más importante, que gobernaría sobre todos los demás.
El tiempo pasó, dejó de ser un niño para convertirse en un hombre muy fuerte y valiente. Fue entonces cuando decidió que ya era tiempo de salvar a sus hermanos – que aún vivían en el estómago de su padre- y vengar la afrenta que habían sufrido.
Así, de Metis y de su madre Rea, maquinó un plan para derrocar a su padre.
Entonces, Metis se puso manos a la obra para auxiliar a Zeus. Con tal fin se Ingenió un bebedizo a base de mostaza y sal, cuyo propósito era hacer vomitar a Cronos. Rea se encargó de hacer que el bebiera el brebaje sin sospechar nada.
Y vaya sorpresa la que se llevó al finalizar la poción: Apenas había Cronos terminado de beber cuando sintió muchas ganas de arrojar lo que había en su estómago. Vómito todo lo que se había comido, primero la piedra envuelta en pañales y luego a los hermanos de Zeus. Por fortuna se encontraban bien, aunque bastante enojados con su padre por el mal que le habían hecho.
Era tal la ira de todos que no le fue difícil a Zeus convencerlos para que lo ayudarán a de poner a su padre.
Y fue entonces Cuando comenzó la batalla más violenta de que se tenga noticia, la Titanomaquia.