El Dios Tyr (nórdico antiguo: Týr) es el dios de la guerra y batalla en la mitología nórdica, descrito como el hombre de una sola mano. Según la Edda Mayor es hijo del gigante Hymir y de Frilla, en su Edda Menor Snorri Sturluson lo describe como hijo de Odín y de Frigg. Los nombres correspondientes en idiomas germánicos incluyen Tyz (godo), Ty (noruego antiguo), Ti (sueco antiguo), Tiw, Tiu or Tew (inglés antiguo) y Ziu (antiguo alto alemán).
Orígenes del Dios Tyr
El nombre del Dios Tyr significa «dios» (o Hangatyr, el «dios colgado» como uno de los nombres de Odín) y proviene del protogermánico Tîwaz, continuando con el proto indo-europeo Dyeus, originalmente el dios principal, y también el precursor de Zeus en la mitología griega, y de Dyaus Pitar en la religión védica. El testimonio más antiguo de la fuente de este dios es el Tyz godo (Viena cod. 140).
Tyr es el Dios del combate y del honor marcial y por lo tanto, dios del cielo y de la guerra. De la raza de los Ases
En cierto punto, el Dios Tyr fue sobrepasado en renombre y en autoridad por Odín en las tradiciones germánicas del norte y del oeste. Sin embargo, entre las tribus germánicas del este, él parece haber seguido siendo el dios supremo: los Godos del siglo III eran temidos porque sacrificaban a sus cautivos que tomaban en batalla, en honor de Tyr, su dios de la guerra, y después colgaban los brazos de las víctimas en árboles como símbolos de ofrecimiento. Esta costumbre de sacrificio humano parece haber sido transferida a Odín en Escandinavia, según lo divulgado por Adán de Bremen en siglo XI (también Odín mismo cuelga de un árbol en el Hávamál como sacrificio hacia sí mismo).
Tyr y Odín
Es posible que la transferencia de la supremacía de Tyr a Odín fuese facilitada por la costumbre germánica de la diarquía (véase rey germánico, Hengest y Horsa, Yngvi y Alf y Alrek y Eirík), de modo que los dos dioses pudieron haber gobernado el panteón germánico
primitivo como seres iguales en cierto punto. Un rastro de su relación se puede considerar en el aspecto de Tyr como hijo de Odín en la mitología nórdica, y también en la anglosajona, si el Dios Tyr es identificado con Saxnot (Seaxneat), el ‘dios de la guerra’ e hijo de Woden, que fue venerado como antepasado de los sajones.
Hay evidencia incompleta de un consorte en la Zisa alemana: Tacitus menciona una tribu germánica que adoraba a «Isis», y Jacob Grimm señaló a Cisa/Zisa, la patrona de Augsburg, en esta conexión. El nombre Zisa sería derivado de Ziu etimológicamente, en acuerdo con otras consortes al dios principal en los panteones indoeuropeos, por ejemplo: Zeus y Dione.
Tyr en el Edda
Según el Edda, en cierta etapa los dioses decidieron encadenar al lobo Fenrisulfr (Fenrir), pero la bestia rompía cada cadena que le colocaban. Finalmente hicieron que los enanos les fabricaran una cinta mágica llamada Gleipnir, de materiales tales como las barbas de una mujer y las raíces de una montaña. Pero Fenrir presintió el engaño de los dioses y rechazó permanecer amarrado con esta cinta a menos que uno de ellos pusiera su mano en la boca del lobo, en señal de buena fe.
El Dios Tyr, conocido por su gran valor, accedió, y los otros dioses amarraron al lobo. Fenrir sintió que lo habían engañado y mordió la mano del dios. Fenrir seguirá siendo encadenado hasta el día de Ragnarök. Durante el Ragnarok, El Dios Tyr matará y será muerto por Garm, el perro guardián de Helheim. Tyr era un dios extrañamente zurdo, si se tiene en cuenta que en ese tiempo estaba asociado con la mala fortuna.
En resumen Tyr es un Dios antiguo oscurecido por la figura de Thor, por el cual perdió importancia en la era vikinga, ya que antes había sido uno de los dioses más populares. Era hijo de Odín y de Frigga. El más valiente y emprendedor de los Ases, aunque no tan fuerte como Thor. Era musculoso y fuerte, aunque manco. Su nombre aparecía inscrito en las espadas de los guerreros, para darles su fortaleza. Se le invocaba antes de las batallas puesto que era él quien otorgaba las victorias.