Finalmente estaba el dios Hades, dios del mundo subterráneo, el tercer reino. Muchas personas pensaban que como el dios Hades reinaba debajo de la tierra era un dios maligno, pero no había tal.
De hecho, era tranquilo y calmado. Además, realmente no reinaba sobre los muertos. Los cuidaba y mantenía en su reino, pero de ellos se ocupaban Hipnos y Tánato.
El dios Hades rey del inframundo
El dios Hades iba poco al monte Olimpo. En realidad no era muy querido ni bien recibido por los otros dioses, por eso prefería no salir mucho del mundo subterráneo y cuando lo hacía usaba el yelmo que lo volvía invisible.
el poderoso dios Hades se casó con Perséfone. Un día la vio tendida en el campo y se enamoró de ella. De inmediato la rapto y prácticamente la obligó a casarse con él. Persefone era hija de Deméter, hermana de Hades. Más adelante contaremos la historia de cómo Hades realizó el rapto y todo lo que sucedió después.
El mundo subterráneo tenía varios lugares, muy diferentes unos de otros, así como diversos ríos, que tuvieron una importancia Sin lugar en muchas historias. En el techo del mundo subterráneo se encontraban las raíces de la tierra y el mar, y debajo de este se expandía todo el reno.
Los guardias del dios Hades
La entrada estaba custodiada por la amigable mascota del dios Hades, Cerbero, un perro de tres cabezas y cola de serpiente, muy despiadado, que sólo dejaba entrar a los muertos, pero nunca permitía salir a alguno. Aquel que lo intentará terminaba despedazado en sus fauces.
Seguía un vestíbulo de bronce donde solían cruzarse la noche y el día, antes o después de haber llevado la luz o la oscuridad a la tierra.
Pasando el vestíbulo se encontraban los tres jueces designados por el dios Hades, el rey Minos, Radamantis y Eaco, que determinaban si el muerto había sido bueno o malo en su vida, y según su criterio decidían a dónde enviarlo.
El inframundo reino del dios Hades
En el fondo, la esquina más lúgubre del mundo subterráneo, se hallaba el Tártaro, que ya hemos mencionado antes. Este tenebroso lugar estaba rodeado por un muro con puertas de bronce que tenían tres capas de profunda oscuridad y varios Huracanes que impedían cualquier intento de atravesarlas.
El tártaro era el lugar más hondo del mundo subterráneo. Como la magnitud de su profundidad era la misma que hay entre el cielo y la tierra, su fondo no se podía alcanzar ni en un año caminando. Allí estaban encerrados Los titanes y todos los que en vida hicieron el mal. Aquellos cuyo nombre no debe pronunciarse cuidaban su entrada. En el tártaro también vivían Hipnos y Tánato, hijos de la oscura noche. Tánato ostentaba unos sentimientos de hierro Y un alma implacable.
Por orden del dios Hades ambos recorría en la tierra y el mar recogiendo a aquellos que morían. En ese lugar también se localizaba el palacio de la terrible Estigia, que tenía un techo altísimo de enormes rocas, apoyado en varias columnas plateadas.
El Elíseo era otra de las zonas del reino de Hades. Allí siempre había luz y era de día. Era la región de la eterna felicidad, un lugar hermoso lleno de flores, y música. Los muertos que en vida fueron buenos y virtuosos llegaban allí. Si las almas se aburría de permanecer en ese sitio, se les permitía volver a la Tierra.
Los campos de Asfódelos también se encontraban en el mundo subterráneo. Completamente cubiertos de flores muy pálidas, eran silenciosos y tristes. Allí deambulaban las almas que no tuvieron un propósito en la vida, es decir, aquellas que no fueron ni buenas ni malas.
Finalmente se encontraba el Erebo, el lugar donde se hallaba el palacio donde vivía el dios Hades y su esposa. En los establos del palacio guardaban un coche de oro, pero a diferencia del de Poseidón, este era tirado por cuatro caballos negros. Las Erinias o Furias también vivían allí.
Como dijimos, los ríos que surcaban este mundo eran muy importantes. A la entrada se encontraban el Aqueronte y el Estigia.
El Estigia donde juraban los dioses
El Estigia era el río sagrado, su agua era helada y brotada de un peñasco alto y escarpado. Cada vez que había una disputa entre los dioses y se requería solucionar un conflicto, estos juraban sobre sus aguas. Si no podían desplazarse hasta el, enviaban Iris a los dominios del dios Hades, la mensajera de pies ligeros como el viento, ah que recogiera agua en un recipiente de oro.
Un juramento hecho sobre el agua de la Estigia no podía romperse jamás, ni siquiera Zeus podía hacerlo. El que lo hiciera o jurara en vano caía sin aliento, envuelto en un sopor profundo, sin poder respirar ni acercarse al néctar o a la ambrosía, y perdía la voz. Esto duraba un año. Pasado ese tiempo, quedaba vetado durante nueve años más para asistir a los consejos y banquetes de los dioses. Sólo transcurrido el décimo año podía volver a convivir con los demás.
El Aqueronte, en cambio, no tenía mucho agrado; de hecho, era un río de tristezas. Cada vez que un muerto llegaba al mundo subterráneo debía cruzarlo para entrar por las puertas de bronce, de lo contrario permanecía en la orilla quejándose por no haber podido alcanzar el descanso eterno.
Sólo había una manera de atravesar el río y era en el bote de un barquero del reino del dios Hades llamado Caronte. Sin embargo, si no le pagaba una moneda, Caronte, que tenía un corazón avaro, no los llevaba en su barca. Por esta razón los antiguos griegos enterraban a sus muertos con una moneda bajo la lengua, para que pudieran pagarle a Caronte y ser juzgados.
Aparte de estos dos ríos, estaba también el rio Cocito o de los lamentos, un tributario del estigia que vertía sus aguas en el Aqueronte. Cuando los muertos bebían de él se daban cuenta de todo lo que habían perdido al morir y lloraban de tristeza. El río Lete, al contrario, producía alegría al beber sus aguas, ya que éstas ayudaban a olvidar la vida pasada y permitían el disfrute del presente. Finalmente estaba el río Flagetón o de fuego, en el cual se torturaba a los muertos que habían llevado una vida malvada. Esté es el ultimo de los tres reinos dónde nacieron y vivieron todos los dioses. Y dónde ocurrieron la mayoría de las historias que se encuentran en la mitología.
Datos sobre el dios Hades
- Hades es mejor conocido como el gobernante del inframundo. Se convirtió en su dominio después de que él y sus hermanos echaran a suertes su parte del universo.
- Según la Ilíada, el dominio del dios Hades se encuentra entre los lugares secretos de la tierra. Según la Odisea, hay que cruzar el océano para llegar allí.
- Aunque el dios Hades supervisaba a los muertos asignados a su reino, no era uno de sus jueces. Tres semidioses sirvieron para ese propósito.
- El Hades fue representado como severo e inflexible, impasible por la oración y el sacrificio.
- El dios Hades tenía un yelmo o casco que hacía invisible a su portador.
- Su esposa era Perséfone, la única hija de Deméter, a quien secuestró e hizo su reina.
- El dios Hades también fue llamado el Dios de la riqueza o «el rico» porque poseía los metales preciosos de la tierra.
- Pirítoo, amigo de Teseo, se negó a tener a Perséfone (la dama más cuidadosamente custodiada de todo el universo) como su esposa. Con este fin, los dos amigos viajaron al inframundo, pero Hades frustró su plan. Los invitó a sentarse en la Silla del Olvido, lo que hace que su ocupante se olvide de todo. HERCULES rescató a estos, pero el Rey de los Muertos retuvo a Pirítoo allí por tratar de robar su reina.
- Aunque Hades es el Rey de los Muertos, no debe confundirse con la Muerte misma, personificada por Tánatos.
- CRONOS y Gea eran sus padres.
- Hades se enorgullecía de coleccionar «súbditos» para su reino y no dejaba salir a nadie.
- el dios Hades empleó a las Furias, que eran responsables de torturar a los culpables.